Esta conversación tuvo lugar en una cafetería venezolana donde acuño incontables memorias de mi juventud. Dos desconocidos conversaban detrás de mi, y al no tener más que hacer los escuché.
- te digo María. Las novelas como estructura literaria están al borde de la muerte. La gente ya no tiene tiempo para sentarse 2 horas ininterrumpidas a leer la misma cosa. Que va! La gente ya no dura 2 horas concentrada en nada. Vivimos en la época de la distracción.
Ahora que todo mundo está pegado a un artilugio con acceso a Internet todo el tiempo, recibiendo notificaciones y textos cada minuto, hasta la sensibilidad de la gente ser ha ido.
- entonces ¿Qué sugieres? ¿Qué abandone mi sueño? Yo nací para escribir. La literatura ha sido mi vocación desde el cole, y sería sumamente frustrante abandonarla. Sabes, aunque no sea mi principal fuente de ingresos me gustaría publicar mi.obra.
- por que no escribes cuentos? Quizá la gente se cm enganche más con historias cortas que pueda terminar en una sentada.
- sabes? Creo que haré algo mucho más revolucionario. Haré historias sumamente complejas e interesantes, pero sólo le contaré al lector la mejor parte. Escribiré momentos.
- no te entiendo.
- mira... Las historias básicamente tienen 3 partes. Un planteamiento, donde se enteran como llegó el personaje al clímax; un clímax, donde ven lo que realmente quieren y se llenan de dudas; y la conclusión, donde averiguan lo que sucedió después del clímax.
- eso lo sabía . Sabes que si terminé.la primaria.
-Bueno... Pues yo sólo le daré al lector un clímax, o una introducción, o una.conclusión. haré que mi literatura despierte mas dudas de las que responde. Haré que el lector use su imaginación y que su sub consciente ate los cabos y finalize la historia como le venga en gana.
El concepto me pareció muy interesante. Me pregunto si funcionó.... Igual, supongo que esa es mi decisión
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